El apio se ha utilizado desde tiempos históricos tanto en cocina como en boticarios puesto que es una verdura que aporta equilibrio a nuestro organismo y además disimula el gusto de otros fármacos.
Como alimento, aunque es posible encontrarlo prácticamente durante todo el año en el mercado, las mejores especies se encuentran en especial durante los meses de otoño e invierno.
Desde un punto de vista nutricional, nos encontramos ante una hortaliza especialmente rica en agua (95%), vitaminas (B1, B2 y B16), y minerales (como el sodio y potasio).
Se utiliza para aromatizar salsas, carnes procesadas, platos preparados, condimentos, caldos, algunas bebidas alcohólicas y no alcohólicas, productos horneados, goma de mascar, algunas grasas y aceites, caramelos blandos, sopas, gelatinas.
Se conoce que reduce el colesterol, es diurético (por su aporte de potasio y sodio), es antiinflamatorio (por el poli acetileno), cura el insomnio (por sus altos niveles de magnesio).
Actúa como saciante a la hora de disminuir las ganas de comer productos y alimentos ricos en azúcar. Unido a que es un alimento que mejora el metabolismo y además es bajo en grasas y calorías, es una opción ideal en dietas de adelgazamiento.
Puedes prepararlo en infusión, en zumos en ensaladas.
Los alérgenos del apio son parecidos a los del polen de abedul, artemisa, zanahoria, cilantro, perejil y eneldo. Además estos alérgenos pueden provocar contaminación cruzada.
Se conoce que el treinta por ciento la Población de Francia y Suiza es alérgica al apio .
Además el apio puede aguantar muy bien en el frigorífico y con él puedes hacer unas ensaladas riquísimas ( condimentadas con salsa yogourth , nueces manzana y base de ensalada) Apiádate del apio !! ( Esa verdura a la que seguramente no le hacías mucho caso.. pero puede hacerte salir del paso)
